Las mesas colectivas se han popularizado en muchas oficinas de diversos tipos de sectores y de diferentes actividades. En una misma sala podemos encontrar a decenas de personas en pocas mesas de trabajo compartiendo espacios comunes.
Esta práctica ha eliminado muchas barreras físicas entre trabajadores y en muchas ciudades como Sevilla, se han adaptado a una corriente llamada coworking. Esta corriente que nació en las abarrotadas ciudades, comparte en un mismo espacio físico múltiples proyectos con diferentes emprendedores y empresas. Un modelo de negocio que ha solucionado múltiples necesidades de emprendedores y PYMES. Del mismo modo, ha permitido a muchas empresas abrir nuevos espacios o hacer ensayos de proyectos antes de su formalización.
Dentro de las grandes empresas, con espacios limitados o que deben ser optimizados, se ha adoptado la modalidad de mesas colectivas como forma de trabajo. En una misma mesa de oficina se puede agrupar dos o más trabajadores, a veces, sin que necesariamente trabajen en las mismas actividades.
Este tipo de diseño de oficina, ha funcionado de manera eficiente en muchas empresas y proyectos pero ha fracasado rotundamente en otros. Existen una serie de empresas y negocios en los que las mesas compartidas son viables y otros en los que no deben ni siquiera plantearse.
En términos generales, no hay modo de clasificar el uso de mesas colectivas como buenas o malas sino viables e inviables. Antes de instalar este tipo de sistemas de trabajo, debemos analizar las ventajas y desventajas de las mesas colectivas y otras ciudades andaluzas.
Mesas de trabajo colectivas: Principales ventajas
Los espacios de trabajo compartidos aportan una serie de ventajas prácticas como una de las mejores formas de optimizar superficies. Especialmente en zonas con poca disponibilidad de espacio o en los que el metro de superficie excede la rentabilidad del negocio.
En grandes ciudades como Sevilla, las mesas de trabajo compartidas permiten a las empresas ahorrar miles de euros en alquileres y recursos económicos. En un pequeño espacio, pueden coexistir decenas de personas que comparten un mismo espacio. Algunas de las mayores ventajas, son:
- Fomentan la flexibilidad de uso y limitan el sentido de propiedad sobre espacios físicos. En este sentido, los ordenadores portátiles, impresoras comunes y dispositivos móviles, hacen que cualquier persona pueda ocupar cualquier espacio.
- Promueven la interconexión y las relaciones interpersonales. En espacios compartidos, es prácticamente imposible que no haya interacción entre los ocupantes de una misma mesa. Esto favorece las relaciones sociales y la integración de las personas a los diferentes equipos.
- Permiten el trabajo interdisciplinario. En este tipo de sistemas es mucho más sencillo unir diferentes miembros de diferentes áreas funcionales en un solo espacio físico. De este modo, se pueden realizar proyectos conjuntos y compartir información de una manera más dinámica.
- Igualan las jerarquías. En las oficinas con mesas colectivas, un directivo puede estar sentado junto a un empleado de menor jerarquía sin ningún inconveniente. Al eliminar las oficinas cerradas, hace a la organización más horizontal.
- Favorecen que personal ajeno a la empresa se integre. En ocasiones, las empresas coordinan sus trabajos con profesionales independientes como asesores o gestores. Estos deben trabajar en los espacios físicos de la organización y en las mesas compartidas, estos trabajadores pueden integrarse de manera eficiente.
Desventajas de las mesas compartidas
Existen una serie de empresas en las por diferentes razones, el sistema de mesas compartidas es inviable. Por lo general, en las empresas que demandan confidencialidad, de información clasificada o de atención al público, las mesas colectivas son menos frecuentes.
En cierto tipo de empresas se requiere de una separación física entre los trabajadores o entre los diferentes niveles jerárquicos por motivos de seguridad. En otros casos, la necesidad de espacio de cada profesional es mayor y hace inviable compartir mesas de trabajo.
Asimismo, estas son algunas de las principales desventajas de las mesas colectivas en las empresas:
- Eliminan la privacidad. En una mesa colectiva, es virtualmente imposible que un trabajador pueda mantener una conversación sin que sea oída. En trabajos que demandan alto grado de confidencialidad, las mesas colectivas son prácticamente inviables.
- Incrementan el ruido de las salas de trabajo. Al no haber tabiques móviles o fijos de división, el ruido de las conversaciones, tecleado y otras funciones se entremezcla de manera más intensa. Aquellos trabajos que requieren de mucha concentración pueden verse afectados por este tipo de sistemas.
- Menor protección sanitaria. A menos que existan mamparas de oficina eficientes, la distancia entre los trabajadores es muy reducida y por consiguiente la seguridad sanitaria es menor. En algunas mesas compartidas, la distancia entre personas es de menos de un metro, subiendo el riesgo de contagios.
A pesar de tener pros y contras, las mesas colectivas en Sevilla, Huelva, Cádiz o Málaga, son recursos que deben considerarse por su gran utilidad práctica. Los mejores expertos en asesoramiento de mobiliario, pueden ser una ayuda invaluable para elegir las mejores soluciones.
Mesas de oficina: redondas o rectangulares
Existen muchos tipos de mesas colectivas pero las más usadas en las oficinas son las redondas y las rectangulares. Estos dos tipos de mesa están diseñadas para distintas funciones.
Claves para elegir entre mesas redondas o rectangulares
Las principales claves para decidir si usar mesas redondas o rectangulares son:
- Espacio de la oficina: Lo más importante es saber el espacio que se dispone para elegir un tipo de mesa u otra. Las mesas redondas ocupan menos espacio que las rectangulares, pero lo aconsejable es que exista espacio alrededor de la mesa para que sea cómoda, por su forma redondeada. Las mesas rectangulares se suelen usar en salas grandes y con diseños rectangulares.
- Uso de las mesas: Las mesas redondas aumentan la comunicación de los empleados, ya que están todos al mismo nivel. Se suele dar uso en salas de descanso. En cambio, las mesas rectangulares se usan más para reuniones formales y jerarquizadas.
- Diseño cómodo: La comodidad de una mesa es algo personal, se aconseja probarla antes de comprarla para tener presente si las patas de la mesa son o no un obstáculo para las piernas.
- Estética: Se recomienda que la mesa tenga coherencia estética con el resto del ambiente de la sala.
Ventajas y usos de las mesas redondas
Estas mesas suelen colocarse en el centro de las salas por su forma redonda y así evitar que estén colocadas cerca de las paredes. Este tipo de mesa aumenta la sociabilidad y comunicación entre los empleados. Son perfectas para oficinas en las que sus empleados se encuentren en constante comunicación y sin jerarquizar, ya que no existen zonas para que se lidere la mesa. Son perfectas para incitar la confianza en un equipo de trabajo.
Las mesas redondas se utilizan para reuniones puntuales y con un número limitado de empleados debido a su tamaño. Su uso general suele ser en salas de descanso para que los empleados puedan socializar en ella de forma más fácil.
Para oficinas pequeñas, este tipo de mesa es la mejor opción. Se le puede dar doble uso, tanto para esas reuniones puntuales como para el descanso de los empleados.
Ventajas y usos de las mesas rectangulares
La gran ventaja de las mesas rectangulares es su diseño, que permite su enganche a la pared para ahorrar espacio mientras esta no se use. Además, su diseño transmite elegancia en comparación a las mesas redondas. Este tipo de mesas son más prácticas por la mayor capacidad de personas para sentarse.
Respecto al uso de las mesas rectangulares, por lo general, son usadas para realizar reuniones y conferencias en las que tomar decisiones entre grupos. También son muy útiles para crear múltiples zonas de trabajo, en las que según su tamaño, se pueden crear diferentes puestos de trabajo para que los empleados mantengan la cercanía y poder compartir ideas a la vez que cada uno cuenta con su espacio personal.
